domingo, 13 de diciembre de 2009

Obesidad, cuando nos tienes...


El primero artículo que leí trata del alcohol y de la obesidad como dos aliados del cáncer de mama.

Cada año, en Estados Unidos, tiene lugar una conferencia sobre la situación del cáncer de mama en el mundo y los resultados de las nuevas investigaciones. Se ha observado que la gente con esta enfermedad tiene más riesgo de agravarla si tiene sobrepeso y bebe unas copas.

Las investigaciones pasadas ya habían indicado que la obesidad era un factor de riesgo y que podría empeorar al pronóstico de las mujeres con la enfermedad pero el caso del alcohol no era tan obvio. El sobrepeso y el alcohol estan ligados porque se ha notado que las mujeres con sobrepeso que tomaban más de tres o cuatro copas alcohólicas la semana, sea cual sea el tipo de bebida, tenían un 30% mayor riesgo de recaídas que las otras.

La obesidad era el elemento llave de los estudios que con un muestreo de casi 6.000 mujeres, indicaron que aquellas con un índice de masa corporal superior a 30 (el IMC normal se sitúa entre 20 y 25) tenía peor pronóstico que el resto. En efecto, tienen más riesgo de morir del cáncer de mama aunque todavía las razones que explican esta relación no son conocidas. Según unos expertos, la obesidad promovería la formación de estrógenos que causan la proliferación de células tumorales y el alcohol también podría tener una acción directa sobre el metabolismo de esta hormona.

Los estudios insisten en que las mujeres deben conocer los datos y conservar una vida más sana.

El segundo artículo concierne la obesidad y su repercusión sobre el corazón.

Ahora no se trata del cáncer de mama sino del hecho de que perder unos kilos pudiera tener efectos beneficiosos para la salud. Este estudio también fue realizado en Estados Unidos y demuestra que una pérdida de peso, aún unos kilos, podría mejorar la salud cardiovascular. El problema es que para quienes sufren obesidad, perder unos kilos no vale la pena porque no se ve de un punto de vista estético. Pero segun los científicos, aunque no se ve realmente, el cuerpo se lleva mejor. La obesidad duplica el riesgo de desarrollar insuficiencia cardiaca porque favorece la aparición de anomalías en la estructura cardiovascular y en el funcionamiento del corazón.

Los pacientes que participaron a la investigación podían elegir entre dos tipos de dieta ; una baja en carbohidratos y la otra pobra en grasas. También, tenían que dedicarse a andar durante 3 horas y media cada día. Después de seis meses, llegaron a perder hasta un 9% de su peso inicial y los efectos cardiovasculares se detectaron poco tiempo después. Se observó una disminución del grosor de la musculatura coronaria, una relajación del corazón, una mejoración de los niveles de triglicéridos y colesterol así como una reducción del grosor de las paredes de la carótida. Seal cual sea el tipo de dieta, los pacientes tuvieron buenos resultados.