viernes, 8 de enero de 2010

El dossier - El aborto en España

Situación mundial y española del aborto

Según diversos artículos encontrados en los periódicos e Internet, la situación del aborto a un nivel mundial es la siguiente;

El instituto Guttmacher publicó datos en cuanto al número de abortos en el mundo. Los abortos que se realizan en condiciones de inseguridad, llamados los abortos clandestinos, causan la muerte a unas 70.000 mujeres al año. Ocurren sobre todo en los países cuya legislación en este ámbito es más restrictiva.

Se puede decir que entre 1995 y 2003 el número de abortos ha caído de 45,5 millones 41,6. Sin embargo, no es el caso de los abortos clandestinos que se quedan a un nivel alto.

Lo positivo es que en los países donde el uso de preservativo va en aumento, el número de los abortos ha bajado. El problema sigue siendo el del acceso a los anticonceptivos en países de África por ejemplo.

Según los datos del Parlamento Europeo, en España, la situación es peor que la mundial porque se aborta más que antes pero todavía menos que en países como Reino Unido, Francia o Italia.
El número de abortos se ha duplicado en diez años pasando de unos 62.000 casos anuales hasta los más de 112.000 de 2007.
Según el artículo publicado el 6 de noviembre de 2009 en el País, en 2008 abortaron en España 115.812 mujeres. Este dato es lo más reciente encontrado y representa un aumento de más de 3% respecto al año anterior pero el autor del artículo nos advierte de que la mayoría de los abortos practicados en España son de extranjeras. Sin embargo, el número de menores de 19 años que abortaron ha bajado y es inferior al de 2007.
Este hiperenlace permite consultar los datos definitivos correspondientes al año 2008 de los abortos en España. Fue publicado por el ministerio de Sanidad y política social.

EL ABORTO DE UN PUNTO DE VISTA POLÍTICO

La nueva Ley Orgánica de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo fue apoyada por el PSOE, PNV, ERC-IU-ICV, BNG y Na-Bai y dos de los 10 diputados de CiU sumando un total de 184.

Por el contrario, el proyecto no contó con el voto favorable del PP, Coalición Canaria, UPN y UPyD y siete diputados de CiU, que sumaron 158 votos en contra.

Es muy difícil resumir lo que pasó en la política española. Diría simplemente que los socialistas siempre apoyaron la reforma de la ley, asociándose con otros pequeños partidos parlamentarios de izquierda como el ERC, el IU-ICV con los que han acordado que sólo podrá negarse un aborto el médico y la enfermera que participen directamente en la intervención quirúrgica. El proyecto de ley indica que serán necesarios los informes previos de DOS especialistas para autorizar un aborto entre las 14 y 22 semanas de gestación. Han pactado con el PSOE que sea suficiente un informe porque un especialista puede elaborar su informe sin que otro le vigile.
El PNV apoyaba la ley pero con enmiendas. El PSOE, deseoso de mantener el apoyo del PNV, propuso al partido varias enmiendas e intercambiaron textos para que se pongan de acuerdo sobre la ley.
Cuando Aznar gobernaba, entre 1996 y 2004, el aborto estaba ya despenalizado en tres supuestos. Uno de ellos, el de grave riesgo para la salud física o psíquica de la embarazada -que se alega en el 97% de los casos-, no tiene ningún límite temporal. Aznar explicó en junio que durante su mandato respetó la ley vigente porque era una norma de consenso que mantenía la interrupción voluntaria del embarazo "como un delito, con alguna excepción" y no como un derecho. Dijo que, en su opinión, el aborto "no es ni será nunca un derecho" sino una "perversión" de derechos que supone "retroceder en el camino de la civilización".
Durante sus años como presidente se llevaron a cabo en España más de medio millón de abortos. Su Gobierno no sólo no impulsó ninguna reforma legal sino que tampoco promovió una práctica más restrictiva de este tipo de intervenciones.
EL ABORTO DE UN PUNTO DE VISTA RELIGIOSO

Los arzobispos, los obispos y cardinales están de acuerdo en decir que la interrupción voluntaria del embarazo es "un mal que es preciso erradicar", una práctica "grave" y "moralmente detestable".
Según el cuerpo religioso, la biología de la mujer y su psicología en condiciones normales le inducen a preservar y cuidar desde el principio al ser humano indefenso y necesitado que lleva dentro de sí misma. Consideran el aborto no sólo como pecado sino también delito.

Entonces, los católicos consideran una amenaza para la institución, especialmente la reforma de la ley del aborto, que recibió luz verde del Congreso a comienzos de diciembre y que fue aprobada unos días después.

Si analizamos algunas de las estadísticas de la ONU en cuanto a la salud reproductiva y sexual de las mujeres en el mundo, comprobaremos que cada minuto muere una mujer como resultado de una complicación durante el embarazo o el parto; que cada minuto 110 mujeres padecen complicaciones relacionadas con el embarazo; que cada minuto 300 mujeres se quedan embarazadas sin haberlo querido, y que cada minuto 40 mujeres abortan en condiciones de riesgo.

Se calcula que cada año en el mundo se producen unos 50 millones de abortos intencionados, de los que unos 30 millones son legales y 20 ilegales y, por tanto, con un riesgo muy elevado para la vida de la mujer.
Y, sin embargo, la curia eclesiástica, enfrentada a un dilema moral en que está implicada la vida femenina, lo resuelve siempre desfavorablemente para la mujer. Porque lo que se plantea en el caso del aborto es una disyuntiva. O la salud y la vida de las mujeres, seres humanos hechos y derechos, con un proyecto vital por delante. O que un feto, proyecto de persona sin objetivos todavía, se desarrolle y llegue a nacer.

El 29 de diciembre, el arzobispo de Valencia criticó la aprobación de la ley del aborto compareciendo el aborto con una dictadura. Hizo su discurso durante la celebración de la misa por los Santos inocentes, dedicada a los niños y sobre todo a los ‘no nacidos’.

Protestas ya hubieron lugar en Blanquerías donde una decena de personas arrojó tomates frente a la sede del PSPV como protesta por la ley del Aborto.

EL ABORTO DE UN PUNTO DE VISTA LEGAL

La regulación de las interrupciones del embarazo para las menores de 16 y 17 años fue uno de los temas más polémicos de la ley del aborto.

La Ley de Autonomía del Paciente de 2006 estableció la mayoría de edad sanitaria en los 16años salvo en tres supuestos:
- Ensayos clínicos
- Reproducción asistida
- Aborto

El proyecto de Ley de Salud Sexual Reproductiva del Gobierno proponía eliminar la excepción para el aborto, es decir que las chicas de 16 y 17 años puedan interrumpir su embarazo sin que sus padres tengan que dar su autorización ni tampoco ser informados de ello.

La reforma del aborto en España fue aprobada el 17 de diciembre de 2009 con 184 votos favorables. Con la aprobación de la modificación de la ley del aborto, no hará cambios substanciales. Sin embargo, existe un cambio importante: las mujeres deseosas de abortar tenían que demostrar que existiera un grave riesgo para la salud física o mental de la madre, que permite realizar la intervención sin límite de tiempo. Con la reforma, esta posibilidad va a desaparecer. Las mujeres (mayores de edad, es decir a los 16 años) podrán interrumpir su embarazo sin dar ninguna explicación si lo hacen antes de la semana 14 de gestación.
Las chicas de 16 años tendrán que informar a sus padres de su decisión de abortar salvo que dicha comunicación pueda suponerles un peligro cierto de violencia intrafamiliar, amenazas, coacciones o malos tratos.
Otra de las enmiendas acordadas regula la objeción de conciencia para que puedan objetar los profesionales sanitarios que puedan estar "directamente implicados" en la interrupción de un embarazo y no quieran hacerlo. El nuevo texto también incluye que los alumnos de Medicina y Enfermería deberán aprender cómo practicar un aborto.
En 1985, se despenalizó la interrupción voluntaria del embarazo (IVE). Ha habido que esperar 24 años para que una nueva ley sea aprobada.

EL ABORTO DE UN PUNTO DE VISTA EDUCATIVO Y SOCIAL
1. La educación

Las cifras que hemos visto en la parte consagrada a la situación de los abortos en España confirman que algo falla en la educación sexual. La educación sexual se debería tomar desde un punto de vista más integrador, que englobe no sólo a los alumnos sino a los padres. Los programas educativos en las escuelas e institutos deberían ser multiplicados para tocar lo más posible a los adolescentes. Todavía en España muchos padres y la mayoría de los colegios católicos y de corte religioso han rechazado estos programas. Cuanto más se eduque a los jóvenes, se harán menos abortos, menos enfermedades de transmisión sexual y menos conductas de riesgo.
Los padres también tienen que desempeñar un papel importante: el de hablar. Hablar de anticonceptivos, de sexualidad permite a los jóvenes sentirse responsables y no van a practicar más sexo que antes, como lo piensan los padres. La apertura a la discusión sobre el tema contribuya a una disminución de la tasa de abortos.
¿Pero es realmente un problema de educación? ¿No haría otras razones que podrían explicar el aumento de las interrupciones de embarazo en España? Vamos a ver lo que se podría hacer para resolver la situación. Parece importante analizar cómo funcionan los países que tienen una tasa de aborto muy baja.
Si se producen abortos, es que existen otras cosas que no se hacen bien. En un país, el número de abortos es un reflejo de los embarazos no deseados. En los países en los que el acceso a los servicios de planificación familiar y el empleo de anticonceptivos (a un bajo coste o gratuito) son altos, las tasas de abortos son bajas. El inicio en las relaciones sexuales es cada vez más temprano, por eso la puesta en marcha de campañas de información, educación y formación es imprescindible para que los jóvenes entiendan la sexualidad como parte de su salud.
2. Movimientos

La reforma de la ley del aborto ha suscitado movimientos en contra de la ampliación de la ley en toda España, sobre todo en grandes ciudades como Madrid.
En octubre, unos 500 autobuses, varios aviones y un "tren de la vida" fueron preparados para manifestar contra la reforma de la ley del aborto. Esta manifestación fue la más numerosa porque reunió a medio millón de personas en la capital española. Se pretendía que fuera un movimiento civil pero aunque los obispos más relevantes y los cardenales (Antonio María Rouco Varela, cardenal de Sevilla, Carlos Amigo, el de Barcelona) habían anunciado que no asistirán, mostraron un claro y profundo apoyo a la marcha. Unos partidos políticos también mostraron su apoyo acudiendo a la manifestación.
En cuanto a esa manifestación, las feministas se enfadan diciendo que la marcha va en contra de los derechos de las mujeres. Para ellas, no podemos estar en contra de una ley que se trata de reducir el número de abortos y acabar con la inseguridad sanitaria y jurídica de las mujeres.

OPINIÓN PERSONAL

En mi opinión, el aborto es un derecho y no una obligación. Las últimas protestas de las personas que son en contra de la interrupción del embarazo nos muestran de qué forma la Iglesia y ciertos poderes públicos o políticos están utilizando este tema para coartar la libertad de las mujeres. Las mujeres han adquirido mucho más poderes que en el pasado. Son mucho más independientes pero quedan seres humanos y tienen el derecho a expresarse libremente, a decidir de su propio futuro. Tiene que ser reconocido el derecho de la mujer a decidir libre y consecuentemente y de una manera responsable sobre su propia maternidad.

¿Verdad que sería una aberración obligar a alguien a que abortase? Pues es exactamente la misma aberración que supone obligar a alguien a tener un hijo.

Hay que dejar las religiones fuera de la escena pública. Se hacen miles de abortos todos los años en España. Es obvio que las mujeres deben tener la posibilidad de resolver el dilema por sí mismas y, en caso de que opten por la interrupción del embarazo, esas mujeres tienen derecho a un aborto seguro, en la sanidad pública y con la ley de su parte.

Los obispos deberían entender que entre dogma y ciencia hay un abismo. Según la Iglesia, un embrión es una persona con un alma, es decir, un ser de acto. Según la ciencia, un embrión es un conglomerado de células con incapacidad para vivir una vida autónoma como persona, es decir, un ser en potencia.

Además, estoy de acuerdo con las feministas que dicen que la reforma significa nada más que poner los españoles en la misma legislación que tienen todos los países del entorno europeo. En esa materia, España va muy por detrás.

Interrumpir un embarazo no es un pecado. Antes, somos ciudadanos y demócratas.

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