lunes, 16 de noviembre de 2009

Fotos photoshopeadas... ¿Formarán parte de la historia?

Una polémica mundial surge otra vez con la aparición, no sólo en Francia sino también en Belgica, de un proyecto de ley propuesto para que las imágenes retocadas editadas de los modelos usados para publicidad en periódicos, revistas, fotos de prensa, , campañas políticas y fotografía artística, deban traer una advertencia de que está siendo alterada de manera digital. Si es aprobado, las fotos retocadas deberán llevar la advertencia siguiente: “Fotografía retocada para modificar la apariencia física de la persona”. Para los anunciantes que no respeten esta ley, se les impondrá una multa de 50.000 dólares o la mitad del costo de la campaña publicitara. Por supuesto, los revistas de moda no son favorables a este proyecto de ley pero con ello, los políticos no tienen la intención perjudicar a la creatividad de los artistas pero se defienden diciendo que es un objectivo de salud pública destinado a proteger el consumidor.


El objetivo de la advertencia es evitar que las fotografías modificadas representen una versión irrealista de la belleza y pudieran ser responsables por los problemas de autoestima e imagen de adolescentes. En efecto, como lo dice la diputada francesa Valérie Boyer, luchando contra la imágen irrealista de la mujer que pueden dar los medios y señalando el efecto determinante que pueden tener las imágenes no realistas del cuerpo sobre los adolescentes, “muchos jóvenes, especialmente niñas, no saben la diferencia entre lo virtual y la realidad, y puede desarrollar complejos desde una edad muy joven. En algunos casos esto lleva a la anorexia o la bulimia y muchos problemas series de salud”.
Desgraciadamente, los estándares de belleza vistos en las páginas de revistas de moda son que la altura, la juventud y la delgadez. Se ve cada vez más en los medios y publicidades a mujeres delgadas, con cuerpos casi descarnados que parecen a andróginas. Estos ejemplos de belleza para muchos son tan extremos que los cuerpos de las modelos más delgadas y hermosas tienen que ser modificados por medio de algún software con esta finalidad, se puede ampliar el busto, reducir algunas arrugas, quitar imperfecciones y recortar la grasa, solo bastar con pasar el ratón por donde se necesite un retoque.


Otros países tomaron medidas. España, por ejemplo, prohibió a los modelos desfilar si no tienen un 36 como talla mínima. En mi opinión, este proyecto de ley no es realmente el problema. Apuntar sobre una publicidad que utiliza una foto retocada es una medida que no es totalmente eficaz porque la gente sabe que la mayoría de las fotos están photoshopeadas. Una foto, sea retocada o no, siempre es subjetiva. Lo cierto es que con los programas de software actuales y la democratización de la fotografía digital, el retoque hoy en día es mucho más fácil y, lo que es aún más importante, es accesible para todo el mundo. Pero no es la culpa del fotógrafo o retocador si en la sociedad se popularizan las soluciones fáciles a todo. Es nuestra culpa que no nos responsabilizamos de nuestras vidas, que nos da pereza hacer el trabajo interior para saber distinguir entre una bella imagen y una persona real. Las fotografías de moda crean un sueño y a veces aquella perfección irreal nos somete bajo presión verdadera, pero saber distinguir entre la realidad y la fantasía es responsabilidad de cada uno. Se llama madurez.


Estos dos hiperenlaces muestran campañas publicitarias de la empresa Dove que intenta poner de relieve mujeres redondas. Es verdad que hoy en día, por ejemplo, en Francia, una de cada dos personas es obesa. Ocho millones de franceses tienen problemas de sobrepeso. Representan una gran parte del mercado. En conclusión, diría que el problema no son las fotos retocadas o el hecho de poner una advertencia sobre si mismas sino que la visión de la belleza en la sociedad tiene que cambiar.




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